Quien se sienta a la mesa catalana, tiene la oportunidad de saborear una cocina realmente exquisita y nutritiva, que ofrece sabores definidos y fantasiosas interpretaciones de los productos de la tierra. Barcelona tiene el orgullo de satisfacer todos los paladares, ya que sus platos más afamados son tanto a base de carne como de pescado. La especialidad más famosa -que une los sabores del mar con los de la tierra- es la paella: plato único a base de arroz, carne y pescado. Pero las vacaciones en

Barcelona también ofrecen la oportunidad ocasión de saborear insólitas combinaciones, como pollo y langosta. Los amantes del pescado disponen de una enorme variedad para escoger entre deliciosas sopas (suquet de peix), apetitosas ensaladas de mar (zarzuela de mariscos) y sabrosas parrilladas de pescado fresco (farrillada). Para los “carnívoros” el menú catalán propone –entre otros manjares- conejo al ron y pato con nabos, y quienes prefieren los sabores fuertes, no deben renunciar a las grandes cebollas al horno (calçots) y a la típica butifarra, y podrá acompañar sus manjares con una de las numerosas salsas picantes de Barcelona. La mejor conclusión para una comida así, sólo puede ser otra que una crema catalana, postre típico a base de huevos, azúcar, leche y canela. En la mesa no faltan nunca los buenos vinos de la zona: se puede elegir entre un Priorat (rojo denso), o un Penedes (blanco frutoso), o acompañar la comida con una cerveza fresca.

Tram Tram
Major de Sarria 121
Un poco a trasmano, vale la pena visitarlo para apreciar su cocina, realmente creativa.
Los Caracoles
Escudellers 14
Con sus paredes de azulejos y sus fotos de toreros, este local tiene como protagonistas a los caracoles: un homenaje catalán a la cocina francesa.
Set Portes
Passeig Isabel II
Un paraíso de la paella, cerca del muelle y de la Bolsa de valores.
Tortilleria Flash Flash
La Granada del Penedes 25
En este restaurante, abierto por un célebre fotógrafo, es posible saborear todo tipo de tortillas.
Brasserie Flo
Jonqueres 10
Cocina francesa y tradición catalana, en una ex fábrica textil.
Agut
Gignas 16
Desde hace 80 años, este restaurante del Barri Gotic prepara -para sus numerosos clientes- un menú simple y económico.
La Vaqueria
Deu i Mata 141
Cocina simple y tradicional, en el insólito marco de un antiguo establo.

El modo clásico para comenzar la velada, en la vivaz Barcelona, consiste en recorrer locales, saboreando tapas acompañadas con vasos de vino, cerveza o cócteles. Las tapas –bocadillos, croquetas, tortillas, etc.– se pueden saborear antes del almuerzo (a veces como alternativa al mismo) o antes de la cena. Si usted decide no quedarse en uno de estos bares (generalmente abiertos hasta las dos de la mañana), puede escoger entre los numerosos bares musicales y discotecas, concentrados a lo largo de la Avinguda Diagonal. La ciudad ofrece también jazz-clubs, espectáculos de cabaret y locales de tango; las zonas más animadas son el barrio de Gràcia, la Ciudad Olímpica y la Avinguda del Tibidabo. Otros centros de diversión son el Poble Espanyol, en la colina del Montjüic, y Port Vell, donde se puede visitar el acuario más grande de Europa y un cine realmente espectacular.

Instrumento fundamental para el turista que llega a la metrópolis catalana, es la Barcelona Card: la manera más económica no sólo para recorrer la ciudad y admirar sus monumentos, sino también para descubrir sus sabores, comprar productos típicos y concluir la velada en los locales más a la moda. La tarjeta especial puede valer de 1 a 5 días, y permite usar gratuitamente los medios de transporte público, entrar con un 50% de descuento en el Museo Picasso y en otros museos catalanes, obtener una reducción del 30% para visitar la Sagrada Familia y para la entrada a otras atracciones, y un descuento del 20% del precio para otras áreas expositivas, entre las cuales la Fundación Mirò. Otras ventajas de la “card” son los descuentos en restaurantes asociados, en una serie de tiendas y en algunos locales. La Barcelona Card se adquiere tanto en las oficinas de información turística de la ciudad como en los grandes centros comerciales “El Corte Inglés”. El precio oscila entre los 17 euros de la tarjeta diaria, y los 27 euros de la tarjeta válida durante cinco días.